Costo para la República mexicana $170 + envío $60 por correos de México o DHL express $100
Costo para EUA, Canadá, Centroamérica y caribe 10USD envío 6USD
Europa 8€ envío 7€
Sudamérica 10USD envío 8USD
Envíos a todo el mundo.
Peso 200 gr.
Pags 144
Pasta blanda
Ventas al whatsapp (+52) 3322714279 solo da clic aqui para mandar el msj https://api.whatsapp.com/send?phone=5213322714279
A pesar de haber desarrollado en ambientes independientes y
sin posibilidad de influirse recíprocamente, entre los pensamietos de José
Antonio y Codreanu existen coincidencias extraordinarias. Ambos, al igual que
muchos de los fascismos de la época, están compenetrados tanto por la lucha en
defensa de los valores patrióticos y la resolución de los problemas sociales,
como por la primacía dada a los valores trascendentes.
En pocas personalidades la vida llega a ser tan fiel testigo
de su pensamiento. José Antonio y Codreanu hacen de su sacrificio su mejor
discurso y con él llegan a las masas. No sólo convencen por la solidez de su
razonamiento, sino por la tensión de su vida. Su doctrina es afirmación
directa, verdad de buena ley, oro nativo. Brotando de la plenitud de sus almas,
su doctrina y su acción política están compenetradas en un inquebrantable
bloque de verdades. No son de los que piensan de una manera y obran de otra.
Para José Antonio y Corneliu Codreanu los verdaderos gozos
de su vida son los de la lucha, y su única satisfacción es ver al propio
sacrificio servir a la nación.
De aquí resulta también su inmenso respeto para las dos
categorías nacionales que a lo largo de toda su vida persiguen un ideal: los
sacerdotes y los militares. Solamente en ellos la idea de servir, la aceptación
previa del sacrificio, constituye una permanente razón de su vida. Solamente
ellos tienen el privilegio de ejercitar una profesión que les mantiene en
contacto con las realidades mayores de la Patria y con el mundo de las supremas
verdades.
Aunque sus contemporáneos no llegaron a comprenderlos
plenamente, sus enemigos se dieron plena cuenta de lo que representaban, por lo
que ambos terminaron siendo asesinados. Sin embargo, su gloria de mártires de
la fe cristiana y nacionalista perdurará por siglos en la conciencia de los
pueblos.
Horia Sima es por su posición una de las personas más
capacitadas para reseñar la vida y doctrina de estos dos hombres. Graduado en
Filosofía y Filología románica, militó desde jóven en el Movimiento legionario
rumano, al que llegó a liderar luego de la muerte de Codreanu. Cuando Rumania
cae en las garras del comunismo forma un gobierno de resistencia en el exilio
en Alemania. Terminada la Segunda Guerra Mundial huye a España, desde donde
preside el movimiento legionario hasta su muerte en 1993.
EL AUTOR
La vida de Horia Sima aparece, desde su más temprana
juventud, entregada a la Guardia de Hierro, que representó una lucha altiva y
generosa por el honor y la grandeza de la patria rumana frente a la decadencia
interior y las presiones exteriores. Nació en Bucarest el 3 de julio de 1906,
donde estudió Filosofía y Filología románica, y siendo estudiante ingresa en
las filas del Movimiento, que capitanea Codreanu. En 1935 es nombrado jefe de
Región en el Movimiento y dos años después es elegido diputado en el Parlamento.
Asesinado Corneliu Codreanu el 30 de noviembre de 1938, Horia Sima prosigue la
lucha contra el Régimen. En el Gobierno Tatarescu –1940 – es ministro
subsecretario de Estado. La Guardia de Hierro crece en influencia e importancia
en el país. Pasa Horia Sima a ocupar otro ministerio en el Gobierno Gigurtu.
Por fin en septiembre de 1940, estalla la revolución legionaria. El rey Carol
abdica, haciéndose cargo del Poder el general Antonescu; Horia Sima es nombrado
Vicepresidente del Consejo de Ministros. Cuando en el año 1941 el general Ion
Ionescu realiza el golpe de Estado y, con el apoyo de las tropas alemanas,
expulsa del Poder a los ministros legionarios -«esas cabezas locas», que dijo
Hitler- los jefes de la legión, refugiados en Alemania, son internados por el
Gobierno alemán, de acuerdo con Antonescu, en los campos de concentración de
Buchenwald, Dachau y Sacsenhausen. Entre ellos figura Horia Sima. Primero con
domicilio forzoso, después internado en Buchenwald y Sacsenhausen. Cuando en
1944 capitula Rumania, Horia Sima es puesto en libertad y llevado al Gran
Cuartel Alemán para formar un gobierno rumano de resistencia. Vencida Alemania,
sobrevenida la ola roja sobre Rumania, Horia Sima – 1944-1945- en Viena
constituye y preside un Gobierno rumano en exilio. Sin posibilidad de actuación
directa sobre su país, Horia Sima viene en exilio hasta hoy, preocupado por
todos los problemas que afectan a su pueblo, sometido al dominio de Moscú. En
estos años ha publicado diversos trabajos para dar a conocer al mundo el
significado de la revolución legionaria y su visión de la Europa de hoy, entre
los que figuran los siguientes: «La Destinée du Nationalisme» (París, 1951),
«Europe at the Crossroad» (Muenchen, 1955) y «La crisis del mundo libre»,
aparecido en Madrid en 1958.
INTRODUCCIÓN
Desde el primer contacto con las obras de José Antonio y
Corneliu Codreanu tendremos la sorpresa de descubrir coincidencias
extraordinarias en su pensamiento. Frente a los problemas fundamentales de la
Historia, José Antonio y Corneliu Codreanu adoptan parecida actitud.
Las diferencias entre sus ideas pierden importancia ante la
frecuencia y calidad de los elementos comunes de su doctrina.
El hecho es tanto más significativo cuanto que José Antonio
y Corneliu Codreanu se han desarrollado en ambientes completamente
independientes. Hasta la presencia legionaria rumana en el frente nacional
español, en el otoño de 1936, pocas noticias de lo que ocurría en España
penetraban en los medios rumanos. Por otro lado, para los españoles, Rumania
presentaba una imagen muy vaga, un país cuya fisonomía se diferenciaba apenas
de los demás países del Este de Europa. Corneliu Codreanu y José Antonio ni se
han conocido ni han tenido la ocasión de influirse recíprocamente.
Ambos han enfocado los problemas de sus naciones
independientemente uno del otro, y, a pesar del aislamiento en que han vivido y
se han manifestado públicamente, han llegado a conclusiones muy parecidas.
No pertenece al objeto de este estudio explicar el origen
del parentesco en el pensamiento de los dos fundadores de movimiento. Hay,
empero, un aspecto que tiene que ser aclarado. La doctrina de José Antonio y la
de Corneliu Codreanu, antes de ser expresada por un acto intelectual, apareció
en sus almas por intuición. No se trata de una construcción lógica. Su doctrina
no es una creación de la sola razón, una nueva presentación de un material
perteneciente al pensamiento ajeno. Con un sistema de proposiciones frías, no
hubieran sido nunca capaces de concentrar en torno a sí a las nuevas
generaciones. Empleando el lenguaje especifico de la razón, ambos desarrollan
un conjunto de verdades que había germinado previamente en su ser intimo, como
experiencia interior, como estado de espíritu. Nunca utilizan los métodos de
los hombres de ciencia y de los filósofos. No hacen demostraciones, sino
emplean la verdad como arma para atacar y arrebatar las posiciones ideológicas
del adversario.
No dejan nunca el campo de la lucha. La verdad grita por
ellos con una energía elemental, estalla como una fuerza de la Naturaleza. No
sólo convencen por la solidez de su razonamiento, sino por la tensión de su
vida. Su doctrina es afirmación directa, verdad de buena ley, oro nativo.
Brotando de la plenitud de sus almas, su doctrina y su
acción política están compenetradas en un inquebrantable bloque de verdades. No
son de los que piensan de una manera y obran de otra. Su personalidad no es
desarticulada por contradicciones. Su vida se desarrolla con un tremendo rigor,
siempre de acuerdo con sus principios, hasta el último sacrificio.
El heroísmo es una virtud muy difundida cuando se trata de
hechos aislados, de estallidos ocasionales; pero es muy rara cuando se trata
del «heroísmo duradero», del heroísmo continuo de toda una vida. Para José
Antonio y Corneliu Codreanu los verdaderos gozos de su vida son los de la
lucha, y su única satisfacción es ver al propio sacrificio servir a la nación.
De aquí resulta también su inmenso respeto para las dos
categorías nacionales que a lo largo de toda su vida persiguen un ideal: los
sacerdotes y los militares. Solamente en ellos la idea de servir, la aceptación
previa del sacrificio, constituye una permanente razón de su vida. Solamente
ellos tienen el privilegio de ejercitar una profesión que les mantiene en
contacto con las realidades mayores de la Patria y con el mundo de las supremas
verdades.
Corneliu Codreanu y José Antonio han sido demasiado grandes
para su época. Sus contemporáneos no les han entendido por completo. Los que sí
han entendido perfectamente lo que los dos representaban para el destino de sus
naciones y de todo el mundo han sido las fuerzas del mal. Frente a ellas se
habían alzado unos hombres para los cuales el plan diabólico de estas fuerzas
no tenía ningún secreto.
Mientras provocaban las fuerzas del mal, José Antonio y
Corneliu Codreanu no han tenido apoyo suficiente para su lucha en sus propias
naciones, y tampoco en el mundo que se decía nacionalista. Los enemigos han
llegado a aislarlos, a encerrarlos, y, en breve, bajo un pretexto cualquiera, a
matarlos. De nada les ha servido ser inocentes. Los que les han condenado y
matado no hacían más que ejecutar una sentencia previa de las fuerzas mundiales
del mal.
Corneliu Codreanu había previsto su fin ya desde los
primeros años de su lucha: «Mandarán capturarnos y matarnos. Escaparemos, nos
ocultaremos, combatiremos; pero al final seremos muertos. Entonces aceptaremos
la muerte. Correrá la sangre de todos nosotros. Este instante será el más
grande discurso nuestro dirigido al pueblo rumano, y el Último.»
El «último discurso» de José Antonio y Corneliu Codreanu es
la garantía del carácter duradero de su obra.
Las fuerzas del mal no han llegado a matarlos.
Su gloria de mártires de la fe cristiana y nacionalista
perdurará por siglos en la conciencia de sus pueblos y de las otras naciones.
Madrid, junio de 1959.
No hay comentarios:
Publicar un comentario