El Holocausto a debate - Enrique Aynat

Costo para la República mexicana $220 envío incluido
Costo para EUA, Canadá, Centroamérica y caribe 22 dólares
Europa 22 euros
Sudamérica 26 dólares
Envíos incluidos
Envíos a todo el mundo.
Peso 350 gr.
Pags 106
Pasta blanda

La revisión del holocausto nos ha dado ya cientos de obras donde se expone -al menos en gran parte de ellas- de forma clara y metódica la falta de pruebas de la existencia de un así llamado "holocausto", entendido como el plan sitemático de extermino de judíos llevado a cabo por los alemanes durante la segunda guerra mundial, y se ponen al descubierto las falsedades de los llamados "historiadores extermicionistas".
Como respuesta a estas tesis, los "revisionistas" sólo han conseguido ser objeto de una conspiración del silencio para que sus obras no sean analizadas, cuando no simplemente la persecución física y legal. La falta de respuesta a las tesis revisionistas al menos la intentó subsanar el especialista en el holocausto César Vidal, que intentó rebatir las tesis revisionista en su obra "La revisión del Holocauso" publicada en 1994. Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:
"Realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables. Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye un análisis de la labor realizada en relación con el mismo por parte de los autores revisionistas". Sin embargo, a pesar de esta aparente declaración de principios, ninguno de estos objetivos ha sido alcanzado por César Vidal en su obra. Vidal, como se verá en el estudio realizado por Aynat, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las "fuentes históricas contrastadas e irrefutables", ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración. La obra de César Vidal es una descalificación total del revisionismo y también de los revisionistas. Pero el estudio de Enrique Aynat pone en entredicho y al descubierto la falta de seriedad científica de la obra del académico madrileño-aragonés. Vidal ha cometido una serie de errores metodológicos y de fondo que invalidan por completo su obra. Sorprende porque contiene un sinnúmero de infracciones de las pautas habitualmente seguidas en los trabajos académicos. Aún más al poseer este el título de Doctor. Un doctor que ha traducido mal, ha citado mal, ha razonado mal, ha plagiado, ha comentado documentos que no ha visto, etc.
A la vista de ambas obras, el lector podrá juzgar por sí mismo y comprobar los métodos de tales visiones opuestas de la historia, escuchando, al fin, la voz de cada bando. Un proceso elemental de cualquier investigación histórica, excepto del holocausto.

INTRODUCCIÓN



0.1 El autor y la obra
César Vidal ha publicado en 1994 la obra La revisión del Holocausto.
César Vidal, según la pestaña posterior de la obra citada, nació en Madrid en 1958 y es profesor de Historia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Es doctor en Historia Antigua y licenciado en Derecho y Teología. Ha publicado treinta obras, muchas de ellas traducidas a varias lenguas (entre ellas el polaco y el georgiano). Algunas de sus obras son: El judeocristianismo palestino en el siglo I (Madrid 1994), Buda (Barcelona
1994), The Myth of Mary (California 1994), Diccionario de las tres religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e Islam (Madrid 1993) y Los esenios y los rollos del Mar Muerto (Barcelona 1993).
Es miembro de instituciones como la American Society of Oriental Research y el Oriental Institute of Chicago. Colabora habitualmente en varias publicaciones. C. Vidal es, por tanto, un especialista en historia de la antigüedad y particularmente en su faceta religiosa.
La revisión del Holocausto está dividida en tres partes. La primera -”En el principio fue Rassinier...”- está dedicada al autor francés Paul Rassinier, pionero del revisionismo. En ella expone la evolución de este autor, desde sus actividades antinazis en la Francia ocupada -que le supuso la deportación al campo de concentración de Buchenwald en enero de 1944- hasta sus convicciones revisionistas de posguerra. Más adelante, Vidal trata dos aspectos en los que ha incidido especialmente la crítica revisionista: la supuesta intención de los alemanes de exterminar físicamente a los judíos y el instrumento -las cámaras de gas homicidas- con el que se pretendió llevar a cabo tal exterminio. Finalmente, Vidal estudia la cuestión del número de bajas judías durante la guerra y las reparaciones pagadas por Alemania.
La segunda parte se titula “El aporte del otro lado del Atlántico”. En ella, además de cuestionar a los autores nortamericanos H.E. Barnes, A.J. App y A. R. Butz, destina un capítulo al diario de Ana Frank. En este capítulo Vidal hace hincapié en la reciente edición crítica del diario, que -según él- supone el fin de la controversia sobre su autenticidad.
En la tercera y última parte -”La conexión neonazi”- Vidal examina la principal institución revisionista, el Institute for Historical Review, con sede en California y censura speramente a dos autores revisionistas, David Irving y Robert Faurisson, y a un antiguo miembro de la SS que estuvo destinado en el campo de concentración de Auschwitz, Thies Christophersen. Además, ocupa unespacio notable la crítica a la que Vidal somete al denominado “Informe Leuchter”, peritaje de un especialista norteamericano en instrumentos de ejecución, Fred Leuchter, sobre las supuestas cámaras de gas y los hornos crematorios de dos campos nazis.
Una breve conclusión y “Diez tesis sobre el Holocausto y el revisionismo”,
a modo de resumen, cierran el cuerpo de la obra.
Por último, Vidal dedica un apéndice al “revisionismo hispano”, en el que vitupera al autor mejicano Salvador Borrego y al español Joaquín Bochaca, y otro a la “querella de los historiadores alemanes”, sobre el intento realizado por algunos autores de trivializar
el Holocausto y la polémica que se produjo.
En definitiva, La revisión del Holocausto es una descalificación total del revisionismo y de los revisionistas.

0.2 Fin de la obra
Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:
“¿Necesita el Holocausto ser sometido a una revisión? El autor de estas líneas piensa ue, efectivamente, así es. Incluso iría más allá, hasta el punto de afirmar que, ciertamente, realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables. Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye un análisis de la labor realizada en relación con el mismo por parte de los autores revisionistas”1. Sin embargo, ninguno de estos objetivos va a ser alcanzado. La obra resulta ser un fiasco absoluto. Vidal, como se verá más adelante, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las “fuentes históricas contrastadas e irrefutables”, ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración.
0.3 Cuestiones conceptuales
Etimológicamente la palabra “Holocausto” procede del griego “holokaustos”, formada or la raíz “holos” -entero- y “kaio” -quemar-. Entre los judíos aludía a un sacrificio religioso en el que la víctima era consumida por completo por el fuego. Figuradamente significa sacrificio o acto de abnegación. En hebreo recibe la denominación de Sho’ah. En una segunda acepción, que es la utilizada por Vidal, “Holocausto” es la realización por parte de las autoridades alemanas de un plan de exterminio físico de una cifra próxima a los seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En cuanto que el término ha sido empleado asiduamente desde la década de los 50 hasta la actualidad, lo emplearé
yo también, aunque más por convencionalismo y comodidad que por rigor terminológico.
El “revisionismo”, en general, ha sido acertadamente definido por una enciclopedia como la “actitud de quienes ponen en tela de juicio las bases de una doctrina o de un sistema (económico, político, etc.)”2. Dado que, además, el término ha encontrado una aceptación unánime entre los especialistas, lo utilizaré para referirme a la postura mantenida por aquellos que discrepan de la tesis oficialmente en boga desde 1945 sobre el Holocausto. Sin embargo, hay que aclarar desde el principio que el revisionismo no es una escuela ni mucho menos una organización central. Bajo este término se engloban personas de las más dispares procedencias. Hay quienes sufrieron la represión nazi por motivos políticos
(Paul Rassinier) o por motivos raciales (Joseph G. Burg, de origen judío y deportado a Transnistria durante la Segunda Guerra Mundial). Hay también antiguos miembros de la SS (como Thies Christophersen). Pero la mayoría de los revisionistas no participaron directamente en la guerra o nacieron después de ella y proceden de todos los campos ideológicos, incluida la extrema izquierda (como la editorial “La Vieille Taupe” en Francia). Prue ba de esta heterogeneidad es la procedencia geográfica del Comité editorial consultivo del “Journal of Historical Review”, la principal publicación revisionista a escala mundial. Entre sus 21 miembros hay 12 norteamericanos, 3 alemanes, 2 franceses, 1 australiano, 1 italiano, 1 japonés y 1 español. En cuanto a sus actividades profesionales, proceden del campo de la enseñanza, del periodismo, de la abogacía, de la judicatura y de actividades privadas.
Paralelamente, emplearé los términos “exterminacionismo” y “exterminacionista” para referirme a los adversarios del revisionismo.
Utilizaré estos términos por comodidad y reconociendo que su empleo no parece del todo correcto en la lengua española.

notas:

1 VIDAL, CESAR: LRH, pág. 13.

2 Nueva Enciclopedia Larousse, Planeta, Barcelona 3ª 1984.

No hay comentarios:

Publicar un comentario