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Muy poco se sabe sobre Cesare Santoro, se ha dicho que fue un periodista italiano y que su trabajo más reconocido fue hacer esta obra que estamos presentamos, pero también al respecto de esta obra se ha llegado a decir que Cesare Santoro no existió y quienes realmente hicieron esta obra fueron los mismos alemanes, el libro fue traducido en 1939 al español de la tercera edición alemana e impreso en Alemania, en esta ocasión presentamos un fascímil de esta obra completa impresa en 1939, sobre esta obra se han hecho otros trabajos con otros títulos pero de contenido incompleto, como serian por ejemplo: "SOCIALISMO NACIONAL CONTRA SOCIALISMO INTERNACIONAL" o también se puede encontrar como "EL NACIONALSOCIALISMO", lo que diferencia esta obra completa a las demás son las más de 200 paginas y que en ellas contiene un epilogo, un apéndice y ademas un apartado al final de poco más de 200 imágenes relacionadas al Tercer Reich que no se han reproducido en otros libros o documentos.
Información del libro
Libro sobre el primer plan cuadrienal del Tercer Reich escrito por el
periodista italiano de la época Cesare Santoro. Obra fundamental para
comprender los fundamentos, propuestas y principales realizaciones del
Socialismo Nacional alemán, entre los años 1933 y 1938.
El primero de febrero de 1933, Adolf Hitler, el nuevo Canciller de
Alemania, en su primer llamamiento al pueblo alemán pidió que le fueran
concedidos cuatro años para la realización de su obra de reconstrucción
nacional. “Durante 14 años los partidos de la decadencia gobernaron al pueblo
alemán y lo humillaron. Durante 14 años lo desmoralizaron y lo disgregaron
hasta destruirlo. No es, pues, presuntuoso presentarme hoy ante la Nación para
solicitar: Pueblo alemán, concédenos cuatro años y te juro que nosotros, yo el
primero, si fallamos, nos retiraremos de los puestos en la misma forma en que
los hemos asumido. No me ha impulsado la ambición de beneficios materiales sino
el amor a tí. No puedo prescindir del amor hacia este pueblo y guardo la
convicción inquebrantable de que llegará la hora en que los millones de seres
que hoy nos maldicen, se unirán a nosotros y con nosotros saludarán a la nueva
Nación Alemana creada por todos"
A la vista de los impresionantes logros sociales se puede afirmar que la
promesa del Führer se ha cumplido con creces.
Se pudo lograr en este plazo tan escaso una profunda reforma en la
estructura política, en las organizaciones sociales y económicas, en las normas
jurídicas y administrativas.
Los resultados de la elección del Reichstag, efectuada el 29 de marzo de
1936, no se hacen más que convalidar estos hechos, con un aplastante 99% de
votos a favor sobre casi 45 millones.
Está claro que los alemanes no tienen ninguna duda de su gobierno, pero,
sin embargo, la campaña de odio de la prensa internacional nunca se detuvo.
El objeto de este libro es completar el conocimiento de la Alemania de
Hitler y rectificar ciertas afirmaciones falsas. Se prescinde en absoluto de
toda valoración subjetiva y por eso mismo, tienen la palabra solamente los
hechos probados y las cifras verificadas. Así el lector estará en condiciones
de deducir las consecuencias lógicas que de aquí se desprenden.
La presente obra trata de resumir los éxitos del primer plan cuadrienal
fijado por el Führer y de explicar los fines alcanzados, destinados a
garantizar la independencia de Alemania en lo que concierne a su economía y a
su abastecimiento.
La grandiosidad de los sucesos, que tuve ocasión de presenciar, no
ofuscan mi vista, ni afectan mi intento de buscar la verdad y de hacer constar
imparcialmente los resultados alcanzados.
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
Entre los acontecimientos más importantes y decisivos del
siglo XX se encuentra el surgimiento del Nacionalsocialismo en Alemania. Esa
doctrina política, social y racial le arrebató al comunismo las masas obreras
alemanas, unió a todas las clases sociales y les dio el impulso necesario para
salir de la terrible crisis que sucedió a la Primera Guerra Mundial.
Muy pronto la nueva Alemania asombró al mundo con su
carácter. En lo económico, a pesar de haber despreciado el patrón oro, se
volvió cada vez más pujante mientras que en lo militar se convertía en la
nación más poderosa de la Tierra.
La Segunda guerra
Mundial, en la que Alemania luchó casi sola contra las naciones más poderosas
del orbe, es el testimonio del gigantesco y trágico esfuerzo que costó a los
aliados salvar al comunismo soviético.
Si el Nacionalsocialismo no hubiera surgido, Alemania que en
aquel entonces contaba con el partido comunista más grande del mundo,
incluida Rusia, se hubiera vuelto
irremisiblemente comunista. Ese era el sueño de Lenin, comunizar a Alemania
porque un imperio rojo desde el Rhin hasta Vladivostok conquistaría fácilmente
el mundo entero. Uniendo el enorme potencial industrial y cu ltural de Alemania
con los extensos recursos naturales y humanos de Rusia se formaría una
superpotencia.
Si las muchedumbres de desocupados alemanes no hubieran
encontrado que el nacionalsocialismo superaba al Marxismo y se hubieran
comunizado, habría cambiado el destino del mundo entero y las nuevas
generaciones, en la actualidad, no conocerían más forma de vida que el ateísmo
materialista que impone la dictadura bolchevique.
El surgimiento del Nacionalsocialismo alemán retrasó
imponderablemente el triunfo de la Revolución Mundial Marxista.
Además, la doctrina de la svástica y su decidida lucha
anticomunista puso de manifiesto la existencia de una poderosa vinculación
entre la Rusia comunista y las democracias capitalistas. Una vinculación
insospechada y extraña entre gobiernos tan diametralmente opuestos, pero tan
poderosa como para lanzar naciones enteras a la guerra para salvar a Rusia.
El aspecto cronológico histórico del Nacionalsocialismo es
bien conocido, existe una abundante documentación al respecto. En cambio, el
Nacionalsocialismo como doctrina política, social y económica no se conoce y
son muy raras las fuentes en donde se puede encontrar información. respecto a
las personas que le dieron vida y que murieron antes o con la derrota de
Alemania, se conocen también ampliamente sus biografías y actuaciones.
La razón de este libro es la exposición objetiva del
Nacionalsocialismo como doctrina política, social, racial, económica y
cultural.Para ello se han solucionado los dos obstáculos principales que tal
tarea encierra: la falta de objetividad en la exposición y la falta de
documentación original después de desaparecido el sistema.La obra fue escrita
por Cesare Santoro en sus años de corresponsal en Alemania y para evitar
alterar las impresiones de esa época, no se ha querido cambiar el sentido
propio de sus notas y solamente se las ha ordenado por temas generales para la
mejor comprensión del Nacionalsocialismo.
Aquí se expone con imparcialidad una doctrina que ya
pertenece a la historia contemporánea; en cuanto al juicio de la misma, aquí se
encontrarán los elementos suficientes para que cada lector emita el suyo
propio.
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ALEMANA
El primero de febrero de 1933, Adolfo Hitler, el nuevo
Canciller de Alemania, pidió en su primer llamamiento al pueblo alemán que le
fueran concedidos cuatro años para la realización de su obra: la reconstrucción
nacional. Dos días más tarde repitió la misma demanda en el Palacio de Deportes
de Berlín: "Durante 14 años los partidos de la decadencia, humillándole,
gobernaron al pueblo alemán. Durante 14 años le desmoralizaron y le disgregaron
hasta destruirlo. No es presunción presentarme hoy ante la Nación conjurándola:
Pueblo alemán, concédenos cuatro años y te juro que nosotros, yo el primero, si
fallamos, nos retiraremos de los puestos en la misma forma en que los hemos
asumido. No me ha impulsado la ambición de beneficios materiales sino el amor a
tí. e sta ha sido la decisión más grave de mi vida... No puedo renunciar a la
fe en mi pueblo ni a la persuasión de que esta Nación se levantará otra vez, no
puedo prescindir del am or hacia este pueblo y guardo el convencimiento
inquebrantable de que llegará la hora en que los millones de seres, que hoy nos
maldicen, se unirán a nosotros y con nosotros saludarán a la nueva Nación
Alemana creada por todos, y conquistada en una lucha ardua y amarga: en Nuevo
Reich Alemán, Reich en cuya grandeza son indivisibles el honor y el poder, la
magnificencia y la justicia".
Hoy se puede afirmar que los acontecimientos de estos cuatro
años representan reformas nacionales y sociales que en otras épocas hubieran
exigido un tiempo mucho más largo. La promesa del Führer se ha cumplido, puesto
que el partido Nacionalsocialista se encontraba el día del advenimiento al
poder con la madurez necesaria para cumplir la misión que la voluntad del
pueblo le había confiado.
Cuatro años son un episodio breve en la vida de una nación.
Sin embargo, el Gobierno Nacionalsocialista, gracias a su intensa preparación
durante los largos años de lucha pudo lograr en este plazo tan escaso una
profunda reforma en la estructura política, en las organizaciones sociales y
económicas, en las normas jurídicas y administrativas. Al mismo tiempo, el
pueblo se liberó de las cadenas del Dictado de Versalles, y reconquistó la
igualdad de derechos que le correspondían entre las grandes naciones, resultado
que no consiguieron los gobiernos de la República de Weimar.
Un proceso de carácter claramente renovador, en cuyo curso
ciertas tradiciones rancias tuvieron que ceder lugar a nuevas manifestaciones
sociales y en el que las posiciones personales sufrieron cambios profundos,
quedó sujeto a la crítica y al desc ontento. Siempre hay personas que no se
dejan convencer de que los grandes momentos requieren también grandes
decisiones. Pero estas dificultades fueron vencidas con el tiempo como lo demostró
la última elección del Reichtag, efectuada el 29 de marzo de 1936. El cómputo
de votos arrojó 44.955.000 de los cuales fueron emitidos 44.412.000 en favor
del Gobierno y apenas 543.000 en contra. Han terminado por reconocer la obra
realizada por el gobierno Nacionalsocialista altas personalidades que se habían
distanciado del movimiento, como el General Lundendorff, e incluso hasta
enemigos declarados del Nacionalsocialismo como Severing, antiguo ministro del
Gobierno marxista.
La reacción en el extranjero fue intensa por dos motivos:
primero por el conocimiento insuficiente de la situación de Alemania en el
momento del advenimiento al poder y de las actividades gubernamentales en los
primeros cuatro años; segundo, como consecuencia de la campaña de odio que
realizaron y realizan todavía contra el Tercer Reich elementos partidistas o
enemigos personales de la ideología Nacionalsocialista.
Nada tan perjudicial para las relaciones entre los pueblos
como el desconocimiento recíproco de los mismos; esta ignorancia es la que
levanta los muros de desconfianza que se interponen entre unos y otros. Así por
ejemplo, el acercamiento franco-alemán, seguirá siendo un deseo irrealizable
hasta que los franceses no se convenzan de que los alemanes son seres humanos
como ellos y de que anhelan como ellos también, la misma paz.
Más allá de las fronteras de Alemania se ha mejorado en
estos últimos tiempos el criterio sobre el Tercer Reich. Muchos prejuicios han
desaparecido y, como prueba de ello, miles de extranjeros han visitado a la
Nueva Alemania; no obstante, subsisten algunos todavía, puesto que las
calumnias se ofrecen a merced, en cuanto se presenta la más pequeña
oportunidad. De aquí resulta una situación que llena de desconfianza y envenena
la opinión pública del mundo entero produciendo una intranquilidad general que
perjudica en el más alto grado las buena s relaciones internacionales y la paz
de Europa.
El objeto de este libro es completar el conocimiento de la
Alemania de Hitler y rectificar ciertas afirmaciones falsas. Se prescinde en
absoluto de toda valoración subjetiva y por eso mismo, tienen la palabra
solamente los hechos probados y las cifras ve rificadas. Así el lector estará
en condiciones de deducir las consecuencias lógicas que de aquí se desprenden.
Aún alemanes, hasta elementos del partido, con frecuencia no
saben cuán grandes son los progresos que ha logrado el Gobierno en los primeros
cuatro años, pues en medio de la lucha y del trabajo la vista no abarca sino un
horizonte limitado.
La presente obra trata de resumir los éxitos del primer plan
cuadrienal fijado por el Führer y de explicar los fines alcanzados, destinados
a garantizar la independencia de Alemania en lo que concierne a su economía y a
su abastecimiento.
En la complicada situación internacional presente considero
deber de todo periodista concienzudo contribuir con todas sus energías a la
obra de comprensión recíproca de los pueblos, y tratar de disipar toda
discrepancia, en favor del estímulo de la armonía entre sí, sobre fundamentos
constituidos por verdaderas comunidades nacionales.
Creo por lo tanto ser del mismo parecer que mis colegas de
prensa que, residiendo desde hace años en Alemania han tenido oportunidad, los
difíciles tiempos de posguerra, de conocer el relajamiento moral y material del
pueblo alemán y de apreciar lo s esfuerzos titánicos por levantarse y resurgir
en la plenitud de una vida nueva. Todos nosotros hemos compartido el dolor y
las esperanzas de los alemanes y hemos convivido también su alegre optimismo y
la feliz realización de sus anhelos.
Ya que vivimos entre hombres hay que ser uno de ellos; si se
vive en tan gran pueblo que lucha por su existencia, no hay que esconderse
negándose a reconocer el valor del esfuerzo puesto en la obra de reconstrucción
general. Es necesario apreciar la significación de la lucha de Alemania por la
igualdad de derechos que le corresponden entre las otras grandes naciones y su
buena voluntad para vivir en paz con los demás y colaborar al bienestar general.
La grandiosidad de los sucesos, que tuve ocasión de
presenciar, no ofuscan mi vista, ni afectan mi intento de buscar la verdad y de
hacer constar imparcialmente los resultados alcanzados. Sin duda se han
cometido desaciertos, especialmente de índole táctica. Estos errores
ocasionaron en ciertos círculos extranjeros un sentimiento de animosidad y de
oposición contra la Nueva Alemania. En un movimiento de tan gran magnitud y de
tan profundo significado ético son inevitables las equivocaciones. "No creemos
en un paraíso terrenal, pero sí en un estado en un Reich que será la Patria del
alemán laborioso" (Hitler).
Berlín, diciembre de 1937
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