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El componente esotérico y ocultista que se encuentra en el
nazismo y cuya importancia queremos restituir, no ha sido siquiera comprendido
por sus partidarios.
Víctima de una propaganda de guerra execrable y de las
distorsiones de unos admiradores que lo mistificaron, tanto o más que sus
detractores, es extremadamente difícil percibir hoy lo que fue el nazismo. Hay
que poner a prueba una objetividad sin reservas y un distanciamiento absoluto,
como aquí pretendemos, para dilucidarlo.
Nuestra tesis es muy simple: Existió una tendencia -a partir
del siglo XVIII- dentro de las logias alemanas a actuar en política y a
protagonizar movimientos conspirativos de acción directa contra los regímenes
feudales.
A lo largo de la etapa de ascenso al poder del nazismo las
sociedades antes citadas van colocando sus peones en el seno del partido y se
polarizan en torno a cuatro figuras: Rosenberg, Hess, Darré y Himmler, los dos
primeros miembros de la Sociedad Thule y el último rodeado de una cohorte de
ariósofos que elaborarían los rituales de las Orden de la Calavera, las SS
Pero, de entre todas, una corriente asumió directamente
valores "metapolíticos", abarcando una increíble variedad de
tendencias; se trata de las SS
El esoterismo ariosófico dio al movimiento
nacional-socialista emblemas y rituales, fue un elemento de fanatización en el
cual se inspiraron las leyes raciales de Nuremberg e indicó una "línea de
tendencia" por la que discurría una parte del movimiento
Pretendemos analizar la influencia del ocultismo y del
esoterismo en el movimiento nazi.
INTRODUCCION
MITOLOGIA ANTINAZI E IDEALIZACIONES OCULTISTAS
Desde que en 1938 la revista "L'Age nouveau", en
su número de noviembre publicó un artículo titulado "Orígenes Secretos del
nazismo" firmado por Phileas Levesque, el tema no ha dejado de llamar la
atención. El autor afirmaba que Hitler formaba parte de una sociedad secreta
que habría reconstruido la Orden de los Caballeros Teutónicos en la que debió
entrar como oblato. Levesque explicaría el enfrentamiento de Hitler con el
presidente checoslovaco Benes afirmando que éste último pertenecería a una sociedad
Templaria... la orden rival de los teutónicos, al decir de Levesque. Sería el
primer producto de una larga serie de artículos que unen el esoterismo a la
historia del nazismo.
En 1939 aparece el libro "Gespräche mit Hitler"
que aparecería en pocos meses traducido a todas las lenguas europeas, incluida
en la España franquista, bajo el título "Hitler me ha dicho". Su
autor, Hermann Rauschning, decía haber hablado en más de un centenar de
ocasiones con el Führer. Había huido del Alemania, donde ocupaba un puesto
ciertamente destacado: Presidente del Senado de Danzig.
Este libro es de obligada referencia para todos aquellos que
han decidido presentar al hitlerismo como un fenómeno satánico. Vale la pena
que nos extendamos en unas breves consideraciones sobre la obra y su autor.
Hermann Rauschning puede situarse ideológicamente entre
aquellos miembros de la llamada "revolución conservadora", fueron
atraídos durante un período de tiempo por el hitlerismo y luego terminaron por
separarse de él. Sus principios ideológicos son similares a los que inspiraron
el "nacional-bolchevismo": un fuerte impulso antiburgués -más fuerte
todavía que en el nazismo-, el deseo de preservar y recuperar las tradiciones
germánicas dentro de un Reich reunificado y libre del vasallaje impuesto por
los aliados tras la guerra mundial; una superación del capitalismo y de la
democracia liberal y finalmente una "estilo militar" propio de
excombatientes. Sus diferencias con el nazismo eran patentes: de un lado se
consideraba más aristocrático, estaba poco dispuesto a realizar concesiones a
la demagogia y al populismo, inflexible en sus planteamientos doctrinarios,
creía recoger lo esencial de las tradiciones prusianas y del mundo de los
"junkers". No es raro que aquellos "revolucionarios
conservadores" que colaboraron con el nazismo, lo hicieran
mayoritariamente desde las filas de las SS, y más adelante veremos el por qué:
Cuando el barón Julius Evola, -injustamente considerado
"el mago de Mussolini"- visita Alemania, tras el advenimiento del
Nacionalsocialismo, sus contactos en los ambientes esoteristas y
tradicionalistas son precisamente algunos de los exponentes de la
"revolution konservative". Y su libro "Los hombres y las
ruinas", escrito tras la guerra de 1939-45, es quizás, un exponente del
pensamiento político de esta corriente que tuvo su último exponente público en
la Alemania de Weimar. El mismo autor en "El fascismo visto desde la
derecha" y en su apéndice "Notas sobre el Tercer Reich", insiste
en interpretar el fenómeno nazi sobre los mismos argumentos de los
conservadores revolucionarios alemanes. Quien desee conocer las motivaciones de
esta corriente de pensamiento deberá, necesariamente, introducirse en los
trabajos de Julius Evola.
Sin embargo, Rauschning es mucho menos representativo de
esta corriente de lo que dijo ser. Empecemos por decir que estuvo más alejado
del centro de decisiones nazi de lo que afirma. Así, por ejemplo, cuando su
libro es presentado como el extracto de las conversaciones privadas -"más
de un centenar"- que tuvo con Hitler, lo cierto es que apenas vió
personalmente al Führer sino unas tres veces, en recepciones, conferencias y
celebraciones. Y nunca solo. Más aún: el libro en su conjunto se trata de una
mixtificación del género de las que inauguró Leo Taxil, respecto a la masonería
en el siglo pasado.
Debió llegar 1983 para que en la Convención del Centro de
Estudios de Historia Contemporánea de Ingolstadt, el historiador suizo
Wolfgang Haenel presentara una memoria sobre "Hitler me ha dicho" y Hermann
Rauschning, memoria que los libros posteriores aparecidos sobre el
"nazismo esotérico" no han tenido en consideración. La historia se
inicia en julio de 1939 cuando un Rausching que había abandonado Alemania por
motivos poco claros y justificados, se encuentra en París corto de dinero.
Pergueña unas notas escritas en tercera persona sobre la personalidad de Hitler
y se presenta a la redacción de Cooperation Service de Presse, una agencia de
prensa antinazi.
Allí conocerá a Emery Reves, judío húngaro de verdadero
nombre Imre Revesz el hombre que dará un nuevo sentido a su vida. Obsérvese la
fecha en que ocurría todo esto: julio de 1939. Apenas un mes después se
iniciaría la Segunda Guerra Mundial y la tensión internacional era ya
insoportable. Por lo demás las ligas nazis y fascistas estaban fuertemente
implantadas en Francia, Bélgica e Inglaterra y los propagandistas demócratas
ideaban constantemente elementos de propaganda antihitleriana no solo para preparar
a la opinión pública ante un eventual conflicto armado, sino también para
cortar las alas a los militantes pro-nazis de las naciones occidentales,
enardecidos también por la reciente victoria del franquismo en España.
Revesz no llegó a lanzar los artículos de Rauschning a
ninguno de los más de cuatrocientos diarios que estaban abonados a sus
servicios de prensa, sin embargo le aconsejó que realizara un trabajo más
amplio tomando como base los citados artículos y completándolos con citas
extraídas de las más diversas fuentes.
Cuando Rauschning hubo concluido pasó el manuscrito a Marcel
Ray, antiguo funcionario de la SFIO, el cual le dió la forma definitiva
procediendo a correcciones tanto de forma como de fondo. Será Revesz quien
revelará toda la mistificación poco antes de su muerte (5 de septiembre de
1981).
Revesz no tendrá ningún inconveniente en confesar al
historiador Haenel que el libro fue un producto de la propaganda antifascista
y que dada la celeridad con la que se sucedían los acontecimientos no dió
tiempo a realizar correcciones, ni dar más credibilidad a algunos temas. En
concreto Revesz explica que una tercera parte del libro se debe en exclusiva a
la pluma de Marcel Ray y que tanto éste como Rauschning se limitaron a tomar
frases de libros muy distintos -incluso del "Mein Kampf” y de los
escritos de Haushoffer y Ludendorf- y reproducirlas como si el mismo Hitler
las hubiera dirigido directamente a su interlocutor, Rauschning.
La valoración del libro es pues simple: no se trata de una aportación
"directa y verídica" de alguien que conoció el entorno central del
nazismo y que, por tanto, podía aportar una visión "desde dentro", se
trata, más bien, de un libro de circunstancias, impuesto por las necesidades de
la lucha contra el nazismo y -como máximo- lícita como arma de propaganda en un
momento dado, pero no como documento histórico.
Pocas semanas antes de morir (8 de febrero de 1982),
Rauschning en carta abierta intentaba justificarse, pero de sus declaraciones
podía traslucirse que las investigaciones de Haenel no estaban muy lejos de la
verdad.
Pues bien, este libro, cuya falsedad conocemos desde ahora
ha inspirado la interpretación de Louis Pauwels y Jacques Bergier en "El
retorno de los brujos". Escrito a los 15 años del hundimiento del régimen
nazi, el libro de Rauschning es recuperado para la seudo-historia. De él los
dos autores franceses extraen párrafos invariablemente repetidos luego en
cualquier estudio sobre nazismo y esoterismo. Véase sino este, antológico:
"¡El hombre nuevo vive entre nosotros! ¡Existe!
-exclamó Hitler con voz triunfal- ¿Le basta con esto? Le confiaré un secreto.
Yo he visto al hombre nuevo. Es intrépido y cruel. Ante él, he tenido miedo.
"Al pronunciar estas palabras, Hitler temblaba con un
ardor extático".
La cita es de Rauschning como la que sigue:
"Hitler se despierta por las noches, lanzando gritos
convulsivos. Pide socorro, sentado al borde de su cámara y está como
paralizado. Es presa de un pánico que le hace temblar hasta el punto de
sacudir el lecho (...) Hitler estaba en pie en su habitación, tambaleándose y
mirando a su alrededor con aire extraviado. "¡Es él! ¡es él! ¡ha venido
aquí!" gemía. (...) le dieron masajes y le hicieron beber algo
"Allí, allí! ¡en el rincón! ¡está allí! Daba patadas al suelo y
chillaba".
Y esta otra antológica, mil veces repetida:
"Mi Führer no escojáis la magia negra Teneis, todavía
hoy, libre opción entre la magia blanca y la magia negra Pero a partir del
instante en que os hayáis decidido por la magia negra, ya no saldrá jamás de
vuestro destino. No escojáis el mal camino del éxito rápido y fácil".
La frase en cuestión es citada sistemáticamente en todos los
libros de Jean-Michel Angebert (Hitler y la tradición cátara y Los místicos
del sol), así como en el subproducto inconexo de François Ribadeau-Dumás,
"El diario secreto de los brujos de Hitler", en el que, dicho sea de
paso, no se habla de diario alguno, ni de brujos de ningún tipo...
En el libro de Pauwels y Bergier existe más de una docena de
citas extraídas del libro de Hermann Rauschning. A partir de ellas es muy fácil
inferir el irracionalismo satánico del hitlerismo, el carácter de Hitler como
"medium" poseído por seres "astrales", como han dicho
algunos, pero en tanto que falsos todo esto es más difícil de demostrar.
En lo que se refiere a la filiación que Pauwels y Bergier
presentan como génesis del nazismo (rosacruces-Golden
Dawn-Crowley-Thule-NSDAP) es igualmente absurda y sin demostración posible.
Aleister Crowley, el mago y satanista inglés, fue efectivamente
miembro de la Golden Dawn en una época de su vida y se separó de ella para
formar su propia sociedad iniciática, la Astrum Argentinum y participar de
otra ya constituida, la Ordo Templis Orientis. No conoció personalmente a
Hitler, incluso escribió algún poema contra el fascismo y en defensa del
ejército francés cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente en el Warburg Institute se conserva un ejemplar
de "Hitler me ha dicho" propiedad de Crowley, repleto de anotaciones.
A Crowley le llamó la atención algunas similitudes entre las frases atribuidas
a Hitler por Rauschning y fragmentos de su "Libro de la ley". Crowley
atribuyó tales similitudes a "influencias mágicas " emanadas de una
discípula suya, Martha Künzel, miembro del NSDAP y antigua teosofista.
Evidentemente, ahora, cuando sabemos que "Hitler me ha dicho" fue un
plagio, un "collage" de fuentes diversas, no nos cuesta mucho admitir
que algunos fragmentos del "Libro de la Ley" fueron igualmente utilizados.
No en vano Crowley en el período de las entreguerras, había alcanzado
notoriedad como satanista y recibió en una sentencia judicial el calificativo
de "el hombre más malvado de Inglaterra".
La prueba definitiva que muestra la ausencia de conexiones
entre Aleister Crowley y el nazismo y que no hubo absolutamente ninguna
relación, ni siquiera simpatías mutuas, la da el hecho de que tanto la Ordo
Templis Orientis, como la Astrum Argentinum, fueron situadas fuera de la ley
por el Nacionalsocialismo.
El libro de Jean Robin, "El elegido del dragón",
que pretende aportar elementos para demostrar la filiación satánica del
nazismo, tampoco puede ser tomado en serio, aunque dé fechas concretas. Para
Robin, Hitler, habría visitado Londres y Liverpool en 1912 y 1913 para
contactar con la Golden Dawn. Dado que la Golden Dawn practicaba una forma de
"magia sexual", el autor, en otro tiempo guenoniano ortodoxo y ahora
escritor de textos de dudoso gusto, infiere en esta organización iniciática
una forma de satanismo que se transmitiría al nazismo. Serge Hutin, va más
lejos, incluyendo a Rudolf Hess entre los miembros de la Golden Dawn.
Pero a la hora de examinar documentos no existen rastros de
ningún tipo que permitan vincular a ningún sector del hitlerismo con la Golden
Dawn, ni con las sociedades iniciáticas constituidas por Aleister Crowley. Y
cuando decimos "ninguno", somos concluyentes y desafiamos a que se
nos presente una prueba en contra. Ahora bien, sin estas bases ¿dónde puede
apoyarse la interpretación que Pauwels y Bergier realizan sobre el nazismo como
la personificación del "mal radical"? En las cámaras de gas, por
supuesto. Así, en la página 440 de "El retorno de los brujos" se
cita un fragmento del libro de memorias de Kersten el masajista privado de
Himmler:
"El Führer me ha ordenado liquidar inmediatamente a
todos los judíos que estén bajo nuestro poder".
Y más adelante, los autores, Pauwels y Bergier se preguntan:
"Si Himmler hubiese vivido y comparecido en el proceso de Nuremberg ¿qué
habría podido decir en su defensa?"
Ahora bien, la pregunta carecería de sentido si la frase
referida por Kersten fuera falsa. Y la cuestión es esta: aclaradas las
falsedades contenidas en el libro de Rauschning, ¿cuántos otros libros
contienen mistificaciones similares? ¿Podemos creer seriamente que un Himmler,
siempre discreto y prudente, comenta con su masajista el contenido de las
órdenes y conversaciones con Hitler? Desde luego, ningún historiador serio ha
otorgado la más mínima credibilidad al libro de Kersten, como tampoco a la
mayoría de textos de referencia obligada para los autores sobre esoterismo y
nazismo.
Auschwitz, como cualquier Gulag, es indefendible y no nos
toca a nosotros asumir reivindicación alguna del nazismo. Eso corresponde a sus
epígonos, no a nosotros. Sin embargo, la explicación de Auschwitz no es ningún
presunto satanismo, ni mucho menos, como han insinuado Pauwels y Bergier, un
"ritual de purificación". El pozo esotérico y ocultista que se
encuentra en el nazismo y cuya importancia queremos restituir, no ha sido siquiera
comprendido por sus partidarios.
Un hombre como el coronel SS Otto Skorzeny, a pesar de su
rango y de la organización a la que perteneció, era absolutamente impermeable a
cualquier planteamiento esotérico u ocultista. Hombre racional y razonable, su
adscripción al nazismo se basó fundamentalmente en su nacionalismo, la voluntad
de levantar a la patria postrada en Versalles y a la componente personal de su
carácter dominada por un pesimismo activo. En el otro extremo, gentes como
Miguel Serrano, antiguo embajador en Viena y hoy personaje representativo del
neo-nazismo sudamericano, de un lado y la hindú Savitri Devi de otro, presente
en múltiples asambleas internacionales neo-nazis de la postguerra, por no
hablar de Jean François Monet, autotitulado "el Gran Cocodrilo",
fundador de un partido neo-nazi en la cartesiana Francia de los años 60,
intentando defender al nazismo han caído en la exageración opuesta: el nazismo
era el anunciador del "millenium", el Kalki Avatara de la nueva era de
Acuario...
Ahí están los voluminosos libros de Miguel Serrano y los
múltiples panfletos publicados por Savitri Devi desde antes incluso de la
Segunda Guerra Mundial, sin contar con engendros de la talla de "Ovnis
¿última arma secreta del IIIer. Reich?" de Winibald Mattern, y demás.
Este tipo de literatura suele idealizar el fenómeno nazi
interpretando cualquier episodio en clave "esotérica". Véase sino en
la página 161 de su libro "El cordón dorado", subtitulado
"Hitlerismo esotérico", la ilustración XXVIII en la que puede verse
una conocida fotografía de Hitler saludando a Hess, el cual tiene su mano
izquierda apoyada en el cinturón; el pié de foto de Miguel Serrano da la
"interpretación" de este hecho: "Los iniciados Hitler y Hess se
saludan iniciáticamente, manteniendo la mano izquierda sobre el chakra Manipura
-plexo solar- para transmitirse la energía". En otra foto (pág. 45) bajo
una conocida foto de estudio del Führer puede leerse: "Hitler, mago,
iniciado, aparece en el nadir del Kali-yuga o Edad de Hierro, para intentar
retornar la tierra a la Edad de Oro o Solar". Las citas de este género
pueden multiplicarse hasta el infinito.
Miguel Serrano es un curioso personaje de nacionalidad
chilena, nacido en 1917. Embajador de su país en el mundo, viajó a la Antártida
en 1947, permaneció en la India de 1953 a 1962 cumpliendo funciones
diplomáticas y de ahí a Yugoslavia, con idénticas funciones. Del 64 al 70 fue
embajador en Austria y posteriormente representante de su país en la Agencia
Internacional de la Energía Atómica.
En el verano de 1989 fue invitado por Fernando Sánchez Dragó
para asistir como ponente al curso de verano sobre irracionalismo que tuvo
lugar en la Universidad de Madrid. La comunidad judía de Madrid y el empresario
Max Mazin en concreto lograron que dicha conferencia se suspendiera, dado el
contenido neo-nazi de los libros de Miguel Serrano. En otras ocasiones ha
visitado nuestro país manteniendo contactos y carteándose con varios
exponentes de los movimientos neo-nazis españoles, algunos de los cuales consideran
sus obras como “libros de texto”.
Hombre cultivado, mantuvo correspondencia y contractos
personales con Carl Gustav Jung y Hermann Hesse, dedicándoles un libro “El
círculo hermético”, igualmente escribió textos de singular belleza como
"Elella, libro del amor mágico", sin embargo lo que caracteriza su
producción última son apologías del nazismo esotérico, en particular el ya
citado "El Cordón Dorado - Hitlerismo esotérico" y "Hitler: el
último avatara".
Abandonada su profesión diplomática se proliferó en
conferencias y declaraciones públicas de apoyo a los "nazistas"
chilenos. Como se sabe en Chile existió una próspera colonia alemana,
procedente de la dispersión de un sector de jerarcas nazis tras la Segunda
Guerra Mundial; por otra parte, ya desde antes de la guerra existió un
Movimiento Revolucionario Nacional Socialista que tuvo cierta implantación en
los años 30, considerándose lo suficiente- mente fuerte como para intentar un
golpe de estado que fracasó, naturalmente, conocido como "la masacre del
Seguro Obrero"-; aun hoy el único monumento en honor a nazis muertos que
existe en el mundo, se encuentra en Chile, allí, cada año, los chilenos acuden
desempolvando sus uniformes y oyendo a los oradores de los distintos
movimientos neo-nazis entre los cuales Miguel Serrano tiene cierto consenso.
El análisis de los libros de Miguel Serrano es poco menos
que imposible, no existe una concatenación lógica en su interior sino una
cascada de datos, a menudo inconexos, frecuentemente extraídos de
"best-sellers" de uso común, obras de escaso valor histórico, nulo
valor "iniciático"... y si bien en la bibliografía cita a fuentes más
fiables (Evola, Guenon, Schuon, etc.) en la redacción de sus propias obras
demuestra no haberlos tenido en absoluto en cuenta.
"El cordón dorado" se inicia con una introducción
titulada "Lo que el maestro me dijo". Su lectura demuestra que
Serrano ha frecuentado ambientes teosofistas o derivados; explica Serrano:
"El Maestro nos dijo: "Hitler es un iniciado, puede comunicarse en
astral. Desconozco quienes son sus Guías, pero he decidido ayudarle (...) Otro
día nos explicó que Hitler tenía por misión transmutar el Destino, en el
vértice de los tiempos, dando a la tierra el impulso necesario para su
transmutación". Serrano afirma tener "un maestro" que "lo
guía en el astral" y que, un buen día, le afirma que Hitler ganará la
guerra. No la gana, pero esta contrariedad no hace que Serrano pierda la fe en
su maestro; tras la caída de Berlín "el Maestro me citó en su refugio y me
reveló el secreto: "Hitler está vivo. No murió en Berlín. Le he visto bajo
tierra. Está cambiado, su bigote es ahora largo". Serrano piensa que el
Führer se encuentra en la Antártida y parte en una expedición al continente
helado para buscarlo. Por supuesto, no lo encuentra...
Convencido de que el Führer sobrevivió a la guerra y de que
el nazismo dejó trazas en "el mundo hueco" escribe: "A priori
nada puede ser negado, ni siquiera la posibilidad real de la "tierra
hueca", ni la supervivencia material de Hitler, ni los OVNIS, porque son
verdades arquetípicas". El delirio dura 250 páginas. Nada, realmente, si
tenemos en cuenta que "Hitler, el último avatara tiene prácticamente el
doble.
Presupongamos la buena fe de Miguel Serrano. Presupongamos
que su maestro es alguien con el que se ha sentido muy unido, pero que, no por
ello, deja de ser un visionario. Pues bien, aparte de todo esto, las
consideraciones sobre Hitler y sus contactos en "el astral" parecen
pura fantasmagoría y son risibles. Hitler tuvo pocas oportunidades de conocer
doctrinas esotéricas, si bien a través de la lectura de Ostara -más adelante
veremos que conoció dicha revista de ocultismo germanista- y de su proximidad a
Dietrich Eckart, pudo conocer el medio teosofista y ariosófico pangermanista,
pero no consta en lugar alguno que realizara algún tipo de práctica ocultista,
ni mucho menos esotérica.
Pero, en lo que conocemos de tales prácticas, el llamado
"desdoblamiento astral", no figuraba entre ellas y aunque Miguel
Serrano, en Barcelona, haya afirmado a un conocido común, haber sido miembro de
la Sociedad Thule -lo que le hubiera dado acceso a sus prácticas y rituales- lo
cierto es que en el libro del fundador de la logia, el Barón Sebottendorf, se
presenta una lista de la totalidad de afiliados a la logia y entre ellos no se
encuentra Serrano, ni siquiera Haushoffer que Pauwels, Bergier y el propio
escritor chi- leno, aseguraban era miembro de la misma.
La obra de Miguel Serrano es la obra de alguien atraído
doblemente por el nazismo como fenómeno político-social y por el ocultismo,
extrapolando éste en aquel. La síntesis de este ejercicio de fantasía es un
compendió que se descalifica a sí mismo: como trabajo ocultista es de baja
calidad, confuso y reiterativo, como trabajo de análisis político sobre el
nazismo es simplemente nulo. En los medios neo-nazis de habla hispana la obra
de Miguel Serrano tiene una influencia creciente. ¿A qué se debe este fenómeno?
Los círculos neo-nazis, separados de cualquier posibilidad de acción política
efectiva, tienden a refugiarse en actividades seudo-culturales nostálgicas. Las
obras de Serrano inicialmente las presentan como "productos
culturales" -si bien la calificación es dudosa. A partir de ahí los
neo-nazis que las leen ven una visión nueva del nazismo, una visión que los
sitúa más allá del bien y del mal, que les da fuerza en la derrota y les
explica que el movimiento nacional-socialista fue algo más que un movimiento
político, fue un, movimiento cosmológico que, finalmente, triunfará por que así
está escrito en las doctrinas ocultistas: de ahí, que para Serrano, Hitler
fuera Kalki, el avatar de Visnhú en la próxima era, según la trae dición hindú.
Kalki, el restaurador de la edad de oro... Hitler, finalmente triunfará,
volverá de su refugio bajo los hielos del Polo y se pondrá al frente de sus
huestes...
Savitri Devi, es más moderada en todas sus apreciaciones,
aun tratándose de una ferviente partidaria del hitlerismo. Sus obras han sido
traducidas al francés y al inglés. Siempre que se ha hablado de esoterismo
nazi, tarde o temprano ha aparecido su figura. A ello han contribuido
poderosamente dos motivos: en primer lugar el ser la esposa de un escriba de
alta casta, perfecto conocedor de los Vedas hindúes. Y de otro lado la
fidelidad a sus convicciones de juventud que le llevaron a seguir impartiendo
conferencias y publicaciones pronazis hasta el día de su muerte acaecida en
1983. Savitri Devi aparece en todos los libros más o menos escandalosos que han
tocado el fenómeno del neo-nazismo. Participó en la creación de la Unión
Mundial Nacional Socialista (WUNS) y colaboró con distintos grupos neo-nazis.
Su ambición era la de crear una organización internacional "aria"
capaz de combatir a los enemigos de la arianidad. Expuso sus ideas
político-místicas en multitud de artículos y conferencias generalmente
impartidas ante públicos muy minoritarios y predispuestos a acoger
favorablemente su prédica.
El texto más significativo de toda su producción quizás sean
los "Recuerdos de una aria" y es de él de donde hemos extraído los
rasgos más característicos de su pensamiento y de su interpretación del
hitlerismo.
Savitri Devi logra aproximarse mucho más al fenómeno
hitleriano que Miguel Serrano. Así por ejemplo, cuando éste afirma que Hitler
era una manifestación de Visnhú, Savitri Devi se muestra mucho más prudente:
"Adolfo Hitler no era Kalki (avatar de Visnhú). Era como todo Grande un
Combatiente contra la corriente del Tiempo, un precursor de Kalki. Era, siempre
en cuanto a su esencia, el emperador de la Caverna. Con él, éste ha
reaparecido, intensamente despierto y en armas, como había reaparecido ya bajo
la figura de diversos grandes jefes alemanes, en particular de Federico II de
Prusia, que Adolfo Hitler tanto veneraba Pero esta no era su última y
definitiva reaparición en este ciclo".
Puestas así las cosas, Savitri Devi considera lógica la
derrota del nazismo y el final de Hitler: aun no había sonado su hora, no se
había agotado completamente el ciclo de la decadencia y por tanto no podía
generarse un movimiento victorioso para poder remontar la pendiente. Hitler
estaba dramáticamente predestinado al fracaso porque aun no había sonado la
hora final del Kali-Yuga (última etapa de decadencia según la tradición hindú).
La ventaja que dis- pone Savitri Devi sobre otros estudiosos del esoterismo
nazi radica en haber recibido ella misma una formación tradicional sobre la
base de los Vedas y antes que a cualquier otra cosa daba preeminencia a los
textos sagrados de la Tradición. Ella misma se preocupa de atacar a la secta
teosofista a la que denuncia como agentes del colonialismo británico en la
India, ignorando que esa misma teosofía había sido el inspirador lejano del
nazismo. Si bien el ata- que a la Sociedad Teosófica no se basa en los
principios doctrinales sino en la actitud política francamente antinazi de los
teósofos ingleses establecidos en la India.
El error de Savitri Devi se evidencia en su apreciación de
la problemática racial. Savitri Devi ignora o quiere ignorar que cuando Hitler
hablaba de la raza aria, lo que contemplaba era a los pueblos germánicos y otro
tanto ocurría -algo más atenuado- con Rosenberg. El nacional-socialismo, al
margen de cualquier veta ocultista, fue ante todo una forma acentuada de
pangermanismo que, como máximo, hacia el final de la guerra, forzado por la
marcha de contienda, debió "abrirse" autorizando la formación de
contingentes de voluntario (países arios y no arios), en el sentido
"indo- ario" de la palabra
Savitri Devi acierta relativamente a la hora de localizar al
centro de influencia esotérico del régimen nazi en la Anhenerbe,
"depositaria de la tradición”, da en el clavo al no aventurar hipótesis
audaces -a diferencia de Serrano- sobre el esoterismo de la logia Thule cuyos
rituales y principios no ve muy claros: "Es imposible decir -escribe-
hasta qué punto la sociedad Thule estaba en posesión de esta herencia
inestimable venida de los tiempos..."
Savitri Devi, nació en Lyon el 30 de septiembre de 1905,
viajó hasta la India en donde se casó con el brahman Mukherji entonces director
de la revista 'The New Mercury', apoyada por la embajada alemana en Madrás.
Mukherji recibió felicitaciones por su trabajo de miembros del Ministerio de
Asuntos Exteriores alemán y figuró en primera línea entre los partidarios de
Subba Chandra Bosse, resistente hindú antiinglés, aun hoy héroe popular en la
In- día. Fue precisamente Mukherji quien presentó Bosse a los japoneses. Al
morir Mukherji su mujer regresó a Europa trabajando como maestra de escuela en
Montbrisson entre 1960 y 1969. Luego regresó a la India y finalmente terminó
afincándose en Europa en 1981 ya con la salud muy debilitada. Fue expulsada
varias veces de Alemania a donde fue a difundir sus loas al nazismo. Otro tanto
le ocurrió en Inglaterra. Murió cuando esperaba un visado para entrar en EEUU
país en el que quería pronunciar un ciclo de conferencias organizado por los
grupos neo-nazis.
La obra de Savitri Devi, es, desde luego, mucho más positiva
que la de Miguel Serrano. No existen en ella deformaciones ocultistas, ni
"maestros ocultos", ni "comunicaciones en el astral".
Existe en ambos una admiración incondicional, acaso obsesiva e irracional,
hacia la figura de Adolfo Hitler que en ambos les hace tomar algunos deseos por
realidades.
Víctima de una propaganda de guerra execrable y de las
distorsiones de unos admiradores que lo mistificaron, tanto o más que sus
detractores, es extremadamente difícil percibir hoy lo que fue el nazismo. Hay
que poner a prueba una objetividad sin reservas y un distanciamiento absoluto.
Lo que sigue es la materialización de nuestra voluntad de seguir tal ruta.
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