Ayer, día cinco de agosto falleció en su domicilio de un ataque al corazón nuestro gran y admirado amigo Ernst Zündel, cuando llegaron los servicios médicos ya no se pudo hacer nada por su vida.
Zündel había sido un asiduo conferenciante en el local de Librería Europa y autor de varios libros editados por Ediciones Ojeda.
Probablemente más conocido por su papel en los juicios de 1985 y 1988. Fue llevado a la corte de Toronto bajo el cargo de “publicación de noticias falsas”, específicamente por publicar copias del folleto “¿Murieron realmente seis millones?”. Los dos juicios finalizaron en apenas 2 y 4 meses respectivamente, pero fueron lo mas parecido que ha habido a un debate a gran escala sobre el Holocausto. Por primera vez, supuestos sobrevivientes del Holocausto e historiadores estuvieron cara a cara y críticamente cuestionados bajo juramento acerca de sus dichos y puntos de vista.
Probablemente más conocido por su papel en los juicios de 1985 y 1988. Fue llevado a la corte de Toronto bajo el cargo de “publicación de noticias falsas”, específicamente por publicar copias del folleto “¿Murieron realmente seis millones?”. Los dos juicios finalizaron en apenas 2 y 4 meses respectivamente, pero fueron lo mas parecido que ha habido a un debate a gran escala sobre el Holocausto. Por primera vez, supuestos sobrevivientes del Holocausto e historiadores estuvieron cara a cara y críticamente cuestionados bajo juramento acerca de sus dichos y puntos de vista.
Para enfrentar la batalla legal a la que fue llevado, Zündel presentó un equipo de académicos revisionistas, especialistas legales, investigadores, etc; los cuales reunieron una abrumadora evidencia obtenida de registros históricos sobre el Holocausto.
Entre los testigos de la defensa se contaron Robert Faurisson, David Irving, Mark Weber, William Lindsey, Udo Walendy y Bradley Smith. Como resultado de dichos juicios una enorme cantidad de evidencia que refuta el Holocausto fue presentada a las cortes, la cual pasó de ese modo a formar parte de los registros públicos sobre ese período de la historia. Entre los aportes más significativos se encontró el informe realizado por el experto en ejecuciones Fred Leuchter acerca del peritaje que realizó en la supuesta cámara de gas de Auschwitz.
Zündel fué encontrado culpable en el juicio de 1985, pero el fallo fue anulado por la corte de apelaciones provincial, debido a que ésta llegó a la conclusión de que el juez, entre otras cosas, dio instrucciones impropias al jurado y excluyó indebidamente evidencia de la defensa. En mayo de 1988, como resultado del segundo juicio, el jurado lo declaró culpable y fue sentenciado a nueve meses de prisión. Sin embargo, la sentencia fue apelada ante la Corte Suprema y dejada sin efecto el 27 de agosto de 1992. La Corte declaró que la arcaica ley de “publicación de noticias falsas”, bajo la cual fue condenado el acusado, era inconstitucional y violaba los derechos de los ciudadanos canadienses.
La siguiente batalla legal de Zündel tuvo lugar en el Tribunal de Derechos Humanos de Toronto, bajo cargos instigados por grupos judíos, de promover el “odio o desprecio” hacia los judíos mediante el sitio web de Zündel administrado por Ingrid Rimland desde los Estados Unidos. En dicha acción legal, como el Comisionado que presidía el tribunal declaró, la validez o veracidad del supuesto odio no fué constatada.
Algunos años mas tarde, el Lobby de abogados que estaba tras Zündel ya incluía al Centro Simon Wiesenthal, Congreso Judío Canadiense, Asociación para el Recuerdo del Holocausto y la Liga por los Derechos Humanos (versión canadiense de la Liga Antidifamación estadounidense). El Lobby encontró la forma de silenciarle al denunciarlo en Alemania, ya que este país tiene leyes que permiten juzgar a personas que no creen en el Holocausto, aunque el acusado no se encuentre en su territorio.
El 1 de marzo de 2005, fue deportado a Alemania, tal como los grupos judíos lo solicitaban y recluído en la prisión de Mannheim donde enfrentó a una condena de años de prisión bajo el delito de “crimen de pensamiento” o “negación del Holocausto”.
El 29 de junio de 2005 es formalmente acusado de “incitar al odio” por el fiscal de Mannheim. La acusación de basó en varios escritos que el fiscal entiendió que “aprobaban, negaban o minimizaban” acciones genocidas llevadas adelante por el régimen de guerra alemán y que “denigraban la memoria de los (judíos) muertos”.
El primero y más importante de estos documentos fueron los textos subidos al sitio web de Zündel que estaba registrado y mantenido por Ingrid Rimland en los Estados Unidos, donde todos estos escritos son completamente legales.
El juicio se desarrolló en las mismas condiciones impuestas a otros “criminales de pensamiento”. El acusado no pudo declararse inocente con la idea de demostrar que todas sus afirmaciones eran ciertas. El juez tenía además la facultad de prohibir la presentación de pruebas a favor del acusado. En esta oportunidad el magistrado llegó incluso a reemplazar al abogado de Zündel por un defensor público.
El 15 de febrero de 2007 fue condenado en Alemania por 14 cargos de incitación a la negación del Holocausto y sentenciado a 5 años de prisión, el máximo previsto por la ley alemana. Bernie Farber del Congreso Judío Canadiense aplaudió el fallo afirmando que el mismo servirá para “consolar” a los sobrevivientes del Holocausto.
A lo largo de los 42 años que vivió en Canadá, Ernst Zündel jamás fue convicto por un crimen. Sin embargo, fue repetidamente víctima de violencia y odio. Sobrevivió a tres intentos de asesinato, incluyendo un incendio provocado y una bomba. Soportó también años de acoso legal y repetidos encarcelamientos.
https://elcasopedrovarela.wordpress.com/2017/08/06/ernst-zundel-ha-fallecido-descanse-en-paz/amp/
QEPD Valiente y heroico luchador por la Verdad. Estas en los brazos del Señor.
ResponderEliminarQué impotencia de éste defensor de la verdad y sin embargo, no cejó en su lucha. Si a Nuestro Señor lo crucificó el mismo pueblo que había sido elegido para la salvación; qué podría esperar Ernst de éstos incitadores a la destrucción de la verdad.
ResponderEliminarlos sionistas los verdaderos racistas y genocidas
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