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La concepción doctrinaria del Nacionalsocialismo -cuya enorme significación histórica huelga resaltar- ha sido completamente ocultada a los ojos de los pueblos a través de una montaña de mentiras y de burdas patrañas e incluso, paradójicamente, hasta no pocos de sus partidarios actuales poseen sobre él un conocimiento rudimentario. Durante la existencia del Tercer Reich, la imperiosa necesidad de contrarrestar, aunque fuera parcialmente, la descomunal y calumniosa propaganda aliada, impidió la divulgación masiva fuera de Alemania de los textos fundamentales de un pensamiento filosófico-político al que puede calificarse sin exageración, como el más revolucionario de la historia.
La agobiante e ininterrumpida campaña de acción psicológica, de escala mundial, orquestada por el judaísmo internacional y sus agentes liberales y marxistas ha cubierto de ludibrio y de fango todo lo que sea Nacionalsocialismo y esto ha sido realizado de modo tal, que para la mayoría de la gente se trata de un movimiento de feroces y peligrosos monstruos preocupados exclusivamente en someter al universo y satisfacer sus enfermizos y sádicos instintos. En semejante clima, hábilmente prefabricado, no puede pretenderse no ya la menor simpatía por los camisas pardas, sino ni siquiera interés alguno en conocer su ideario.
Se puede sostener cualquier ideología por más absurda y antinatural que ella sea, se puede profesar abiertamente el marxismo -que circula tranquilamente por el mundo libre -, pero los campeones de la libertad de pensamiento (una de las muletillas utilizadas contra la Alemania de Hitler), no permiten que nadie proclame su fe nacionalsocialista, bajo amenaza de ser fulminado por los rayos de los dioses del Olimpo democrático. ¡Hasta se deforma el nombre de la doctrina, llamándola peyorativamente “nazismo”!
Pese a todo, algunos sectores de las nuevas generaciones, hastiados del infierno de la sociedad de consumo, no son ya atrapados por las seducciones del “paraíso” rojo. Observan desdeñosamente las mistificaciones que los rodean y los que aún no han abrazado el estandarte de la cruz gamada, han comenzado a prestarle respetuosa atención, encontrando en él, con razón, una atracción irresistible. ¡Es que empieza a descubrirse que los enemigos del Movimiento Nacionalsocialista son justamente los verdugos y los explotadores de la humanidad!
Nada más indicado para aprehender la esencia de la cosmovisión hitleriana que recurrir a su fuente más autorizada: la Biblioteca Oficial del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (N.S.D.A.P.). Precisamente el Cuaderno Nº 1 de la misma lo constituye EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, analizado por su Director, el célebre Gottfried Feder -designado expresamente por el Führer responsable de la difusión y definición ideológica -, autor del no menos célebre Manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés, uno de los ejes del Nacionalsocialismo.
Resulta sumamente difícil hallar las palabras adecuadas para poner de manifiesto la trascendencia, el sentido profundamente revolucionario y la tremenda vitalidad histórica que trasunta este Programa que modelará, a no dudarlo, el mundo del mañana.
Si bien el Programa Nacionalsocialista es de una claridad y precisión tales que, prácticamente, nos eximen de todo comentario cabe, sin embargo, hacer una acotación en un punto crucial: el que se refiere al campo económico-social. Un análisis superficial que no tenga en consideración todos los datos del problema, puede hacernos incurrir en el grave error de suponer que el Nacionalsocialismo defendió las estructuras capitalistas, tal como sostiene la propaganda comunista. La lectura del Programa parecería ratificar esta afirmación dado que, efectivamente, la propiedad individualista de los medios de producción (que no otra cosa es el capitalismo) es, aunque con reservas, aceptada. ¿Cómo se entiende esto? ¿Cuál es realmente la postura nacionalsocialista en este aspecto? Veamos.
En primer término, reparemos que el Nacionalsocialismo, como los restantes Movimientos nacionales del siglo, a diferencia del demoliberalismo y del marxismo que son engendros de laboratorio, irrumpe en la escena histórica como una reacción natural, biológica, de la Comunidad avasallada, por tanto, es comprensible que encerrara inicialmente ciertas falencias en sus formulaciones teóricas que con posterioridad serían superadas sobre la marcha. Por otro lado, lo que cuenta en un movimiento revolucionario no es la letra sino el espíritu que lo anima. Y precisamente en el espíritu nacionalsocialista campea una radical y violenta oposición al capitalismo. ¿No se habla en el Programa, acaso, de la lucha entre el Trabajo -encarnado por el NSDAP - y el Capital - personificado en el judaísmo y los sistemas burgueses, democráticos y marxistas, que le sirven dócilmente?-. ¿No dice Feder que el Nacionalsocialismo es del todo distinto que el Capitalismo? Ha sido el propio Hitler quien calificó a la tesis del “quebrantamiento de la servidumbre del interés” -según podrá constatar el lector - como la esencia del Nacionalsocialismo (que, por lo demás, no se denominó así por simple capricho u oportunismo). Y la servidumbre del interés” es, a su vez, la esencia de la sociedad capitalista.
La coyuntura especialísima en que se desenvolvió la Revolución Nacionalsocialista, incidió negativamente sobre el desarrollo orgánico de su posición anticapitalista. Al acceder al poder, Hitler se encontró con una Alemania sumida en la ruina más indescriptible y cercada por poderosísimos enemigos. Había, por ende, forzosamente que efectuar el proceso revolucionario en dos etapas, la primera de las cuales tenía como fin la liberación política y la construcción del Estado Nuevo, única manera de enfrentar con alguna posibilidad de éxito a los enemigos externos que querían impedir a toda costa la resurrección alemana (en la que estaba implícita la resurrección de la Civilización blanca), lo que desgraciadamente a la larga sucedió.
La segunda fase revolucionaria, la liberación total de la Comunidad de las formas burguesas, debía quedar para más adelante, puesto que las alteraciones en el ritmo de la producción que automáticamente trae aparejada toda modificación de las relaciones en el seno de la empresa, acarrearían inevitablemente consecuencias fatales para Alemania, que no se hallaba en condiciones de derrochar energías de ninguna índole y que debía, con rapidez fulmínea, volear la totalidad de sus fuerzas en el plano de la política exterior.
Ante ello, el régimen nacionalsocialista evidenciando una vez más su autenticidad revolucionaria, decidió llevar a cabo una serie de experiencias pilotos en el ámbito económico-social, destinadas inteligentemente a preparar el camino que la Nación transitaría en el porvenir, superadas las graves contingencias del presente. En tal sentido se fomentó la creación de empresas basadas en la propiedad comunitaria de las herramientas de trabajo como la famosa Volkswagen, ejemplo de capacidad productiva y de eficiencia técnica. Paralelamente, se instauró el Frente del Trabajo Alemán, cuyas características eran las siguientes: 1. Integración de todas las empresas industriales y agropecuarias de Alemania, a la que se definía -en este aspecto - como una gigantesca comunidad de producción; 2. Modificación sustancial de la sociedad anónima, lo cual significó: a. transformar las acciones en simples obligaciones; b. traspasar casi íntegramente la plusvalía a manos del Estado, quien la distribuía en función de las necesidades nacionales; el capitalista recibía un ínfimo porcentaje que a partir de 1939 quedó reducido sólo al 3 % anual; responsabilizar ante la Comunidad al jefe de la empresa del desempleo eficaz de la misma. (Esta fiscalización se realizó por intermedio de diversos organismos, el principal de los cuales era el originalísimo Tribunal de Honor Social).
Asimismo se prohibió bajo pena de muerte el interés del dinero, hecho inédito en las sociedades contemporáneas. El préstamo recuperó su antiguo sentido comunitario, dejando de ser usura legalizada. El dinero volvió a ser concebido como mero instrumento de intercambio de bienes y servicios en lugar de medio de lucro y de opresión de la Nación, como sucede en la democracia. La economía se apartó del patrón oro para basarse, como corresponde a su naturaleza, en la capacidad de producción nacional.
Como puede comprobarse de hecho el Capitalismo había desaparecido. Aunque no se podía en ese momento, como hemos visto, efectivizar el cambio integral de la infraestructura económico-social, el sistema nacionalsocialista no se limitó -como en otros países - a paliar o suprimir sólo los efectos de aquél sino que lo hirió de muerte. La clase burguesa casi no existía y había sido despojada de todo su poder.
En el terreno de las realidades concretas, ¿quién ha aventajado al Nacionalsocialismo? El tan declamado socialismo de los países marxistas es sólo una máscara que no logra ya disimular un brutal capitalismo de Estado, más tiránico aún que el de tipo demoliberal por su grado de concentración, en el cual una nueva clase de oligarcas lleva al paroxismo la expoliación de los productores. El Nacionalsocialismo, en cambio, ha sido y es el único movimiento genuinamente revolucionario y liberador. Es el verdadero socialismo, esto es, la síntesis totalitaria y armoniosa que resulta de la complementación orgánica de los conceptos de propiedad y de sociedad.
La circunstancia de que el régimen hitleriano haya tenido sólo doce años de vida, la mayor parte de los cuales fueron absorbidos por la guerra y sus prolegómenos, hacen aún más sorprendente y encomiable la inmensa obra realizada. ¡Qué metas se habrían alcanzado con un margen sólo un poco más dilatado de tiempo! Sus adversarios lo sabían y actuaron en consecuencia para impedirlo.
Valiéndose de las más descaradas y cínicas provocaciones, obligaron al enemigo mortal de su intereses a una guerra prematura en la cual una colosal desproporción de efectivos, frustró la empresa casi increíble de la Alemania Nacionalsocialista.
Queremos señalar, por último, que la creencia bastante extendida que circunscribe el Nacionalsocialismo a Alemania, es absolutamente equivoca y entraña un prejuicio acientífico forjado deliberadamente por los sofistas burgueses. Por el contrario, en tanto es la expresión orgánica del orden social natural, posee validez universal e implica la única respuesta histórica válida para nuestra hoy sojuzgada raza aria, creadora de las más elevadas manifestaciones de la cultura y del espíritu humanos.
Adolf Hitler sucumbió voluntariamente con su pueblo -en la catástrofe histórica de mayor dimensión que haya sufrido Occidente - en cumplimiento del Programa que el lector tiene entre sus manos. A través del mismo, sin embargo, el Führer sigue viviendo en sus fieles combatientes que día a día se acrecientan. El Nacionalsocialismo constituye la garantía de su eternidad.
De ahí la importancia excepcional que revista EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, basamento inesquivable de un Nuevo Orden que inexorablemente se impondrá y cuyos signos germinales comienzan a vislumbrarse.
FEDERICO RIVANERA CARLES.
Buenos Aires, octubre de 1975.
Notas:
1- A consecuencia del humillante “Tratado” de Versalles y de la oprobiosa República de Weimar, impuestos por las Plutocracias vencedoras en la Gran Guerra de 1914-18
2- Esta ha sido, básicamente, la fórmula que hizo posible implementar una economía de guerra que convirtió a Alemania, en un par de años, en la primera potencia militar del planeta, y conjuntamente en la Nación de más alto nivel de justicia social, fenómeno incomprensible para los seudoeconomistas burgueses y marxistas.
3- Dicho cargo, por lo general, no era ejercido por los dueños del capital -cuyos derechos eran ya nominales - puesto que se trata de una función - técnica.
4- En la propia URSS, además de sustraerse a los obreros el producto de su trabajo, ha comenzado a implantarse paulatinamente el lucro en las empresas.
5- Ello motivó la aparentemente inconcebible proposición de Churchill de que serían reconocidas las exigencias germanas con la sola condición de la vuelta al patrón oro que, como es sabido, es la clave del poder judío mundial del que era testaferro el primer ministro británico.
6- Esta verdad irrefutable y trascendente tal fue lúcidamente comprendida por las juventudes de toda Europa que la avalaron con su sangre y su martirio en las legendarias divisiones de la Waffen-SS.
7- Las tensiones sociales que se traslucen en los reiterados intentos de muchos de sus habitantes de abandonar el territorio y las sublevaciones obreras y campesinas -aunque violentamente reprimidas siempre latentes - acaecidas en casi todos los países torturados por el bolcheviquismo, son las pruebas dramáticas de lo expuesto.
Prólogo de Salvador Borrego
Desnacionalización de la Economía
Salvador Borrego E
Si un país vende sus medios de producción a capitales extranjeros, que luego acrecientan las utilidades y se las llevan a sus lugares de origen;
Si un país somete a sus trabajadores a una competencia internacional para ofrecer cada año mano de obra más barata;
Si un país se hunde en la trampa de no autofinanciar su crecimiento, sino de endeudarse en el extranjero y luego verse acosado por intereses usurarios;
Si un país acepta entregar su mercado Interno a los productores extranjeros, abriendo sus puertas de par en par;
Si un país procede así, ¿qué de extraño tiene que camine hacia la ruina?
Y es lo que está ocurriendo desde México hasta Argentina.
Para incurrir en tales absurdos se habla de una Economía que -de ser Liberal- pasó a ser Neoliberal. Y se da a entender que esta Economía (que sólo viene de una “Teoría”), obedece a “leyes económicas”, como si éstas fueran superiores a la razón y al interés y a la sobrevivencia de los pueblos.
Existen decenas de “teorías económicos”. La de Manchester, la Franco-americana, la Jurídica-social, la Clásica (de la cual se deriva la Neoliberal que nos arruina), y otras más. Pero, ¿qué vale una teoría cuando no es capaz de darle al pueblo lo más indispensable para su subsistencia?... ¿Y qué vale cuando ni siquiera puede brindarle al pueblo una esperanza en que las cosas mejorarán en un futuro inmediato?
Pero, ¿por qué aferrarse a una “teoría” ruinosa como la de los últimos 32 años de la vida de México? Sencillamente, porque desde 1970 se pactó, secretamente, la desnacionalización de la Economía Mexicana Las verdades suelen ser sencillas, como ésta
Falso que la economía sea una ciencia infinitamente compleja, fuera del alcance del sentido común, sobre la cual le esté vedado al pueblo poner su mirada. Así se ha querido forjar un dogma a fin de que no se descubra que gobernantes “comprometidos” (aunque no con su pueblo) han desnacionaliza do la economía de sus países
John Kenneth Galbraith (economista estrella norteamericano) dice: “No hay en este dominio (el de la Economía) ninguna Idea que no pueda ser expresada en lenguaje común y corriente, aunque ello exija algún esfuerza La oscuridad que caracteriza a la prosa económica profesional no deriva de la dificultad del tema. Es consecuencia de un pensamiento no del todo madurado; o bien, refleja el deseo del iniciado de elevarse por encima del vulgo”
Otro economista no menos famoso, Ludwig von Mises, afirma que: “La economía, agrádenos o no, ha dejado de ser esotérica rama del saber, accesible solo a una minoría de estudiantes y especialistas Porque la ciencia económica se ocupa precisamente de los problemas básicos de la sociedad humana.”
Así, pues, el lector no debe dejarse impresionar demasiado por la retahíla de términos abstrusos con la que políticos y economistas oficiosos explican que si el nivel de vida va mal se debe a leyes “superiores”, imposibles de modificar. Sofismas por el estilo tienen por objeto ocultar que ciertas Cúpulas Supracapitalistas se han apoderado, en su propio beneficio, de la Economía de los pueblos. Y lo han logrado mediante la connivencia de gobernantes dóciles a sus Logias o cegados por supina ignorancia.
¿Se Puede Hundir a un País Prestándole Dinero?
Una respuesta apresurada diría “naturalmente que no!”...
Sin embargo, hace más de tres mil años ya se había elaborado un mecanismo para que el crédito beneficiara particularmente al prestamista, aun con perjuicio del deudor
Ochocientos años antes de Cristo el profeta Amos condenaba a ese tipo de negociantes. “Aumentáis los precios, alteráis las balanzas, obligáis a los pobres a venderse por un par de sandalias.”
La palabra “mammón” (en arameo) significaba el enriquecimiento feroz a costa del prójimo. El economista alemán Gottfried Feder dedicó un estudio específico a la servidumbre del interés del dinero, “El mammonismo -dice- es la grave enfermedad que todo lo alcanza e invade, de la cual padece nuestro actual mundo civilizado y, más aún, toda la humanidad. Es una epidemia devastadora, como un veneno corrosivo.”
Feder explica que el mammonismo ha de entenderse, por una parte, como el poder mundial del dinero, y por la otra, como una concepción de la vida orientada exclusivamente a los valores materiales, con la caída de todas las normas morales
“La tesis del préstamo a interés -afirma Federes el invento diabólico del supracapitalismo. Sólo ella posibilita la indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos creadores y de su capacidad de trabajo, es ella quien ha llevado a la sociedad a vivir contrastes abismales
“El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero significa la restauración de la libre personalidad, la salvación del hombre de la esclavización y también de la fascinación mágica en que su alma fue enredada por el mammonismo.
“El capital prestamista es tan infinitamente superior frente a todo gran capital industrial (dedicado a producción), que las grandes potencias del dinero sólo pueden ser enfrentadas eficientemente mediante el quebrantamiento de la servidumbre del interés del capital prestamista”
En 1932, cuando todavía esa desproporción no era tan grande como ahora, el capital prestamista era veinte veces mayor al capital industrial, tan sólo en Alemania. De esta manera el pueblo estaba pagando 12,000 millones de marcos por intereses, anualmente Ahora todos los pueblos viven aplastados -entre otros factores- por el pago de los intereses de su deuda. Si se quita este lastre, explica Feder, es posible abolir numerosos impuestos, propiciar las inversiones, elevar la producción, dar miles y miles de puestos de trabajo y alcanzar un nivel de vida superior.
En efecto. México está pagando, anualmente, 240.000 millones de pesos, sólo por Intereses. En un sexenio se va UN BILLÓN Y MEDIO de pesos. ¡Lo que podría hacerse con ese dinero!... Esta es una sangría diaria al trabajo de todos los mexicanos. Dinero que se va a borbotones para enriquecer más a los prestamistas.
¿Existe Otra Economía que no Extorsione?
En la actualidad no.
La hubo, pacíficamente, durante siete años en Alemania, de 1933 a 1939. En su inicio recibió un país en crisis, con seis millones de desempleados y dos millones de subempleados. A esa Economía le bastaron dos años para impulsar un desarrollo desbordante Y a los cuatro años el país era ya una potencia entre las potencias.
Es paradójico que los que implementaron ese cambio -en primera fila Spengler. Deumer, Lueger. Feder y Hitler- no partieron propiamente desde una teoría, sino de una nueva concepción de lo material y lo espiritual.
Oswald Spengler afirmaba. “Toda vida económica es la expresión de una vida psíquica... Una economía puede moldearse según el alma de una generación La economía tiene un deber moral. Desde Adán Smith hasta Marx se utiliza un análisis eminentemente materialista... Tenemos una concepción nueva de la economía, que está situada más allá del capitalismo y del socialismo.”
Por su parte, Feder proclamaba: “En el área de la política financiera nuestro principio reza: las finanzas están al servicio de la Comunidad. Los plutócratas no deben formar un Estado dentro del Estado... En el área de la política social nuestro principio es: el bien común es la ley suprema.
En plática con los obreros de la construcción -donde millones de cesantes estaban encontrando empleo-. Hitler les decía: “Yo juzgo la economía desde el punto de vista del provecho que proporciona y no partiendo de una teoría. Así, pues, si alguien me dijera: ‘Oiga, tengo una teoría económica maravillosa’, yo le respondería: ¿qué provecho se le puede sacar? Esto es lo decisivo. La teoría no me interesa en modo alguno; me interesa únicamente el provecho, pues las personas no están al servicio de la economía, sino la economía al servicio de las personas.”
Coincidiendo totalmente con Feder, Hitler rechazó las proposiciones de Schacht para que Alemania pidiera préstamos extranjeros. “Los créditos -le dijo-, además de que “significan una carga de intereses, implican depender políticamente de fuerzas extrañas a la nación... Los intereses devoran la capacidad de ahorro de un pueblo.
En fin, el principio de que “una economía puede moldearse según el alma de una generación”, se vio realizado en el quinto año de regir la nueva economía Nacionalsocialista. En el extranjero, muchos economistas se habían burlado del “experimento” y habían esperado un catastrófico derrumbe alemán. Como éste no ocurría, después de ocho años, el Radcliffe College, de Cambridge.
Massachusetts, becó a Maxine Y Sweezy para que fuera a Alemania a hacer una investigación.
Maxine dice que era necesario hacer un estudio de la estructura económica nazi porque -contra lo esperado- ni una inflación, ni la falta de recursos económicos ni una revolución interna habían liquidado a Hitler
Y ya en el campo de los hechos, Maxine fue encontrando muchas novedades, de las cuales no daba cabal información la prensa internacional.
== Reducido el costo del Gobierno, los fondos se dedicaban a emprender grandes obras públicas para dar trabajo a los desempleados.
== La agricultura recibió decisivo apoyo con el Frente del Trabajo, y otras medidas, y pudo incrementar la producción de víveres para no depender de importaciones extranjeras.
== En la industria se fijaron prioridades. Si una inversión iba a dar considerables dividendos, pero a producir algo que no fuera de beneficio colectivo, la inversión respectiva era desviada a otro producto, aunque diera menos dividendos.
== Era obligatorio que la industria rebajara precios de sus productos cuando se lograba disminuir el costo de tales o cuales materias primas (insumos). Un sentido de patriotismo contrarrestaba la ambición de obtener más ganancias
== Los líderes que se enriquecían con cuotas sindicales fueron reemplazados por “tribunales de honor”, que exigían cumplir sus deberes a obreros y patrones, El patriotismo se movilizó como un nexo de solidaridad.
== Ese mismo nexo fue cultivado para acercar a la clase alta, la media y la baja, a fin de que la unidad de clases diera más fuerza a la nación.
== Mientras se creaban empleos para los cesantes, un día al mes sus compatriotas consumían “un plato único” (en La comida del mediodía) y cedían el resto para el Servicio de Auxilio.
== Trabajadores y empleados que llegaban a edad de retiro, pero en buenas condiciones físicas, seguían trabajando Para casos de reducción de rendimiento se crearon talleres especiales.
== Plan de construcción de casas: el costo máximo era de 7,000 marcos, de los cuales podían obtenerse 2.000 como préstamo gubernamental, con una tasa de interés del 3% anual.
== Exención de impuestos a empresas que desarrollaran procesos técnicos de importancia nacional. Esto alentaba la inventiva
== Se impulsó la industria química para producir sucedáneos de productos escasos Así surgió la margarina. Del carbón de piedra se empezó a producir gasolina sintética. Con piel de pescado se hacían zapatos. Los autobuses fueron adaptados para usar gas en vez de gasolina. Se aprovechó el vidrio para hacer tuberías. El papel y el aceite de desecho fueron regenerados y vueltos a usar. Los forrajes de verano pudieron usarse en invierno mediante depósitos fermentadores. Del aserrín se obtuvo harina para forraje. De las papas se extrajeron azúcares, etc. Surgió una gran variedad de compuestos químicos (erzat).
== La economía se ajustó para evitar devaluaciones, pues se negó que éstas tuvieran algo positivo, aunque el sistema liberal les atribuye ciertas virtudes
== Nació el Volkswagen En cinco años se duplicó el número de automóviles En Fallersleben se construyó no sólo la fábrica de automóviles más grande del mundo, sino la fábrica más grande del mundo de cualquier cosa.
== Muchas libertades (propias del liberal “dejad hacer, dejad pasar”) fueron restringidas cuando se trataba de beneficiar a las mayorías. Un sentido de solidaridad lograba que esto fuera aceptado, según el socialismo nacional.
El conocimiento de otras realizaciones quedó vedado para viajeros como Maxine Y Sweezy Por ejemplo, los grandes laboratorios de Peenemunde, donde se inventó el motor capaz de lanzar cohetes estratosféricos, y donde se resolvieron los problemas a fin de colocar satélites en el espacio exterior, que ahora son básicos en la comunicación telefónica mundial
Maxine tampoco pudo enterarse de que, en un laboratorio de Rostock, el físico Pabst von Chaim estaba terminando de inventar un motor a reacción, que luego fue perfeccionado por el profesor Messerschmitt. Este motor (conocido ahora como “jet”), vino a transformar a la aeronáutica en todo el mundo
Al mismo tiempo, en los laboratorios Heinkel daba sus primeros pasos la computación. Ahí nació para hacer rápidamente los complicados cálculos sobre el mejor rendimiento de las combaduras en las alas de los aviones.
Maxine tampoco tuvo acceso a muchos otros talleres o laboratorios donde la física, la mecánica y la química estaban logrando avances superiores a lo que se conocía en el mundo Occidental. (Al terminar la guerra los aliados requisaron 346,000 patentes).
Aunque Maxine reconoce que tuvo muchos logros la Economía Nacionalsocialista que regía en la Alemania de Hitler, sus conclusiones la condenan porque -dice- entrañaba un factor “antisemita” y porque “era una economía de guerra”. Esto último se ha encargado de difundirlo el profesor Samuelson, cosa que le valió obtener el Premio Nobel 1970.
Sin embargo, se trata de un dogma sin bases reales.
John Kenneth Galbraith, jefe del Control de Precios en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, dice que hasta 1941 (durante los primeros nueve años del régimen de Hitler), había más economía de guerra en la Gran Bretaña que en Alemania. Lo demuestra -afirma- que en ese año los ingleses fabricaron 20,100 aviones militares, frente a 10,775 aviones alemanes; 4.843 tanques ingleses, frente a 3,790; 16,700 cañones, frente a 11,200.
Otro experto, Burton E. Klein, también niega que la Economía N.S. se hubiera basado desde 1933 en lo que se llama “economía de guerra”. Hasta que la guerra se generalizó (1941-1942) empezó el gran esfuerzo bélico. Hitler persistió mucho tiempo en la idea de que la contienda se localizaría en el choque Alemania - URSS. Veía como “antinatural” que Occidente llegara a una lucha total para salvar al Comunismo. Su secretario de Relaciones, Von Ribbentrop, le cultivaba esa creencia. Todavía el vuelo de Hess a Inglaterra, en mayo de 1941, tenía la intención de convencer a los ingleses de que Alemania no quería la guerra contra ellos.
Objetivo Prioritario:
Ocultar qué era la Economía Nacional Socialista
Las realizaciones de esa Economía fueron tan considerables y se dieron en tan corto tiempo, que sus adversarios han considerado indispensable ocultaren qué consistía. Se le ha colocado encima una lápida y no se les muestra a los universitarios ni a los alumnos de las escuelas de economía
Es más uno de los móviles de la Segunda Guerra Mundial fue precisamente acabar con dicha Economía, a fin de que únicamente rija la actual, encaminada a la Globalización
El presente libro de Gottfried Feder es un documento útil para los estudiosos de la Historia
Notas:
1- Todo esto es precisamente lo opuesto a la economía NS que expone Gottfried Feder
2- Memorias. J.K. Galbraith; Edit. Grijalbo; 1982
3- LA Acción Humana. Tratado de Economía. Ludwig von Misas; Editorial Sopec, S.A.; Madrid; 1968
4- Un ejemplo de enseñanzas desorientadas, no exentas de cierto esoterismo científico, puede encontrarse en el Tratado de economía del Precio Nobel Paul Samuelson. Edit. McGraz-Hill. 1980
5- Libro del Profeta Amós, 8, 4, 6 y 9, 12
6- La Enciclopedia UT.E.HA dice que, en boca de Jesucristo, el término de mammonismo implica una tentación exagerada de riqueza que hace pecar y perderse a los hombres
7- Se refería al ‘socialismo marxista”, que deformó el sentido original del termino pues correctamente éste implica preeminencia de la sociedad sobre el interés aislado de individuos o grupos.
8- Eso se promete en muchas Democracias, pero no se cumple.
9- Ha habido año en que México destine el 60% de su presupuesto para pagar ‘el servicio de la deuda’, y para hacerlo ha tenido Que emitir bonos u obtener otros préstamos
10- Hitler y oros funcionarios no cobraban sueldo
11- La Economia Nacionalsocialista. M Y Sweezy. Fondo de Cultura México.1944. La investigación fue hecha en 1940
12- Memorias. John Kenneth Galbraith Edit Grijalbo. 1981. Pag 240
13- Hess era el Secretario del Partido Nacional Socialista, amigo íntimo de Hitler y uno de sus posibles sucesores
Como lo adquiero? me puede orientar?
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